Amantes del terror, créanme que quien les habla, Nirciso Ibáñez Sirrador, no tiene hoy cuerpo de sacar su fina ironía, ni su gracia sádica. No me sale. Tiemblo como una hoja. Daría todo lo que tengo, esto es, sofá de orejas, puro, gafas y barba por ser como Roger Corman.
De la película que hoy proyectamos lo que más me aterroriza es la dirección. ¿Cómo pudo mi colega Roger Corman tomar prestado de Edgar Allan Poe ni más ni menos que el relato más terrorífico de la historia y no sucumbir a él? ¿Acaso puede existir un miedo más absoluto que el descrito por Poe en “La caída de la Casa Usher ”?. Miedo total, no ya a la vida o a la muerte o a los otros o al más allá, sino miedo a la propia existencia, al propio ser, a la autodestrucción, que se extiende incluso a la descendencia, miedo a la nada. ¿Cómo pudo firmar Roger Corman semejante historia a todo color, en un estudio que parece un cortijo por dentro y una maqueta del Ibertrén por fuera, con un Vincent Price haciendo de Juana la Loca …?.
Casi se me cae el puro de miedo cuando pienso en Roger Corman…
Mira si La caida de la casa Usher es uno de mis terrores favoritos que mi sección musical "Sitôt qu'on le touche il résonne..." le debe el título a la cita inicial de De Beranger que eligió Poe para su cuento.
ResponderEliminar"Su corazón es como un laud suspendido. Apenas lo tocan resuena."
También recuerdo una peli indie canadiense en la que su protagonista, el día que muere Vincent Price, se rotula una camiseta con el siguiente slogan "VINCENT PRICE NOT DEAD"