Nuestro
protagonista consigue la inspiración a través de una autocrítica feroz que le
hace repudiar y destrozar cada una de sus obras. Hablamos de un espíritu de
superación no superado, pues la creación tiene su origen en el fracaso creativo,
algo absolutamente inédito en la historia del arte.
Este pintor
se sirve para la autodestrucción de su obra de las más variadas técnicas: patadas,
tijeras, serruchos, lanzallamas, escupitajos, tomate frito... Impactante resultó
su última exposición, limitada a unas alcayatas asomando brillantes en la pared,
en símbolo de los cuadros que habrían de colgar de ellas y que acabaron todos
en el camión de la basura.
“La autodestrucción no es el final”. Técnica mixta (2012)
“La autocrítica es lo último que se pierde”. Técnica mixta (2012)
“Superhumildad en azul”. Sí, también técnica mixta (2012)
“¡Valiente mierda!”. La técnica es la misma, esto es, mixta (2012)
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