“Vacacionis en la Mar”, nuestra querida serie, se ha ido a pique. Su audiencia se ha hundido tras hacer aguas. Con el capítulo de hoy nos apeamos definitivamente del barco del amor. Dejamos varada a la Princesa del Pacífico entre las rocas, junto a las costas de Puerto Vallarta, asustada y sorprendida, herida de muerte.
Todo fue un despiste del Capitán Merrill, que quiso soltarse de manos y hacer un caballito en la cabina, se pensó que conducía una moto de agua. No hay que reprochárselo, sabemos como es de cumplidor, tuvo que ser un corte de digestión, le sentaría mal la cena. Una mala noche la tiene cualquiera.
Afortunadamente nuestro capitán se portó como el gran hombre que es. No sólo fue el último en abandonar el barco sino que tuvo tiempo de salvar del agua salada hasta a las cucañas, esas de papel de colores con forma de burrito que salen en todos los capítulos.
Su tripulación no fue menos. Julie, la relaciones públicas, como cada ojo le mira a un sitio, pudo ayudar a los náufragos de dos en dos, lo que resultó muy útil, pues el hundimiento tuvo lugar al final del capítulo, cuando casi todos los protagonistas estaban ya emparejados.
El doctor Adam se ocupó de los enfermos, sobre todo de las guapas de mediana edad, por ser las más vulnerables al frío y a la humedad, según decía.
El sobrecargo Gopher se encargó de la cocina, le dio tiempo a poner un lavavajillas y fregar el suelo antes de embarcar en el último bote salvavidas.
Isaac, el camarero, preparó un cóctel de despedida, bien cargadito porque la noche estaba fría, lo repartía con un tonelito, como los San Bernardos.
Por la niña esa insoportable, Vicky, no se preocupen, no se embarcó por exámenes.
Todo el mundo salió muy ordenado, guardando su cola, como nos enseñaron de pequeñitos: primero las mujeres y los niños. Mientras, por megafonía, sonaba “Do That To Me One More Time” de Captain & Tennille. Por supuesto que no hubo ningún fallecido, ningún desaparecido, ningún herido.
El Barco del Amor es maravilloso porque nuestro mundo también lo es.
Gran entrada... de risas para esconder llantos. Enhorabuena!
ResponderEliminarTirso, es estos tiempos críticos, casi sin anunciantes y con tantas marcas blancas, no sabes lo que estimula tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Hubo realmente algún capítulo en la serie en el que peligrase la honra del Capitan Merril? Yo me acordé del abandono del barco en Lord Jim de Conrad. La cara de Peter O'Toole en el bote salvavidas es difícil de olvidar.
ResponderEliminarSe cuenta que existe un capítulo llamado “Motín a bordo del Princesa del Pacífico” en el que tripulación y pasaje se rebelan contra el capitán, que en realidad era un pirata caracterizado como Merrill, cabecilla de una banda turístico-terrorista-internacional-tirando a mexicana, bien provista de explosivos en sus camarotes. La trama casi carcelaria no cuadraba con la banda sonora y con las tomas luminosas de exterior, por lo que nunca llegó a ser emitida.
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